por FeloCas
En este mes que se celebra el día del padre me puse a reflexionar sobre el significado de “ser padre”, si es cierto que es algo maravilloso, que ver a tus hijos crecer, madurar, aprender y realizarse puede llegar a ser una de las satisfacciones personales más grandes para muchos. Yo en lo personal es una etapa que he disfrutado de manera increíble y que además me ha generado cambios como ser humano que no pensé que tendría. Pero más allá de todas esas alegrías y aprendizajes que puedes llegar a tener como padre, creo que hay algo de muchísima más importancia detrás, la gran responsabilidad de ser padre. Creo que es algo en lo que poco nos hemos detenido a pensar, tener en tus manos y las de tu pareja la vida de una “personita” no es cualquier cosa. Se dice fácil, pero creo que el no ser conscientes de la responsabilidad que esto implica ha ocasionado resultados distintos a los que nos gustaría tener. Lo que pude concluir después de esta reflexión fue que un aspecto muy importante que estamos dejando pasar es lo que realmente estamos comunicando a nuestros hijos, es decir, no estamos siendo congruentes con nuestras formas de comunicar y educar. Y estamos experimentando los resultados de “decir una cosa” y “hacer otra cosa”. Regularmente esto es de forma inconsciente, yo se que ninguno de nosotros tiene la intención de decir algo y hacer otra cosa totalmente distinta. Es una incongruencia inconsciente que hemos venido viviendo por no prestar atención a nuestra propia vida. Son muchas las ocasiones en que intentamos dejar alguna enseñanza a nuestros hijos sin darnos cuenta de que nuestras acciones muestran algo distinto, y que esto ocasiona un conflicto interno en ellos. Si empezáramos a ser más conscientes de nuestras acciones para poderlas alinear con las enseñanzas que tratamos de pasar a nuestros hijos entonces estaríamos educándolos de manera consciente, y los resultados serían otros. No debemos olvidar que nuestros hijos van a aprender lo que nosotros hagamos, y no necesariamente lo que les digamos. Seamos conscientes de que nuestro ejemplo y nuestra vida es lo que les estamos dejando como preparación para su propia vida, no sabemos hasta cuando podremos seguirles enseñando, pero mientras podamos, cambiemos la forma en que transmitimos esas enseñanzas y tal vez así poder comenzar con un cambio en la sociedad que tanto hace falta. No lo sé… piénsenlo…
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